LLegué a Sd con un nuevo gobierno en puerta, que representa cambios sociales presentes. Desde que tengo uso de razón, siempre he estado en una relación bilateral con alguna otra cultura o país, primero Europa por que en su corazón esta aquella niña que huyó a Guatemala y luego llegó hasta allá (y no en barco como dice Reiner). En mis estancias veraniegas por allá pasaba tiempo con adolencentes viajeros, recuerdo un croata que había huído de Sarajevo quién trabajaba conmigo en empleos de verano vendiendo hamburguesas, mandaba todo su dinero a su familia que no podía salir de la Ex-Yugoslavia. Tuve otro amigo (Alex) un norteamericano de Boston que hacia su doctorado en Heidegger, pasabamos horas en cafés austriacos hablando de filosofía, o le caía a su Instituto para urgar en sus libros. Siempre sentí un poco de nostalgia el haber dejado ir aquella oportunidad de la Universidad en Viena, la dejé ir por que vine aquí y pasé por Tijuana.
Ahora veo en la distancia, la Europa que yo conocí no es la misma ahora, curiosamente, hay un retraso social en la aceptación de que el mundo es de todos y que la migración más allá de ser un problema, es una oportunidad de intercambiar. Algunos siguen pensando en esas cosas estúpidas de superioridad de raza, así como en México de clase o de nuevos ricos y ahora esa otra clase del dinero fácil. Entiendo y reflexiono esa decisión, me tocaba estar de este lado , me tocaba conocer a "Asamblea de Barrios" que rayaran mi casa, que trataran de asustarme y fueran a buscarme con palos y piedras como bruja de 1800, me tocaba intentar lograr un proyecto en mi ciudad y perder a mi amigo del alma por malas apreciaciones, él también busca su lugar, sé que estará bien donde sea, su corazón sigue abierto, ansioso y basto, un día no muy lejano lo veremos gritar, como cuando lo conocí dibujando una espiral en el pizarrón de la ENAP... también me tocaba ver esos robos, esas injusticias, no tener ni un clavo y preocuparme por la alimentación de seres cercanos, enamorarme y desenamorarme de algun europeo (del cuál aun extraño sus pláticas).
Esta vez, caminé por la Condesa y la Roma, solita por el parque, y regresé a Marina Nacional 80, para ver a ese México a través de un ojo de 70 y otro de 40 con ilusiones encerradas, me toca también terminar con esa etapa y enseñar con ojos despejados. Y sobre todo me tocaba salir de ahí para regresar a mis pasiones antiguas, así como Hache tengo esa necesidad de libertad. Ese es el regalo al que tanto me refiero aquí, alguién la deposita en ti cuando naces, de una manera u otra me fue dada, y estoy dispuesta a cambiar cuantas veces sea necesario, para seguir viendo amplio, no en singular sino en plural. Vista panorámica desde el acantilado.
Por ahora me esperan tres meses de larga escritura, primero por Lipovetsky, luego veremos que pasa...[ ].