Desde hace 4 años he tenido escapes continuos de la Ciudad de México
Lo curioso de estos años es que mi movilidad se redujo a un aeropuerto, una línea aérea barata y un destino frecuente: Tijuana. Las razones: (las puedo llamar diversas e incompresibles)
Mis primeros acercamientos con Tijuana fueron a partir de largas caminatas, quería verlo todo: el centro, las escuelas, Lomas Taurinas, la playa, etc. El tiempo me daba conversaciones extensas con mojados, comidas con polis, escuchaba las historias de la gente que se mueve en los taxis. La ciudad me proveía de una idea de “Lo posible” que parecía estar en el aire. Para mí la onda estaba por empezar.
Esa idea de lo posible se encontraba en proceso en todas las personas con quienes hablé, en voces se planeaban la formación de 2 escuelas de arte, confección de libros, videos en producción. Sus artistas emergentes mostraban sus posturas. Bastaron 4 años para que “lo posible” se hiciera su propio camino, no solo desde los cruces de frontera sino, desde los mismos cruces mentales, los cruces de lenguaje, los cruces vivénciales, los físicos, los económicos y sus conquistas.
Aquí es Tijuana me lleva a pensar en un ejercicio genealógico. El cual rastrea las “fallas y las transacciones”, es decir establece todas las conexiones pertinentes de intercambios. Hace un mapeo que atraviesa y da un origen simbólico a Tijuana el cual nos dice: Atención Tijuana es muchas cosas.
En una de esas discusiones donde uno se emociona alguien me señalo lo siguiente: Es muy importante saber donde estas parado y desde donde hablas. Nunca había entendido bien este enunciado hasta que caí en cuenta que saber estas cosas nos da una libertad inmensa para generar enunciados propios que se pueden convertir en universales. Lo que toca el libro no son problemáticas únicamente regionales sino fracturas históricas que trastocan esa asqueroso concepto que tanto me gusta que es lo geopolítico. Un pensamiento que se abre de lo local a lo global. Un ejemplo de ello en “Aquí es Tijuana” es cuando Mike Davis menciona que Tijuana era como París para su tiempo, ya que para el cruzar la frontera: significaba la libertad para poder debatir temas de orden político e ideológico que azotaban a la década. Pero también en “Aquí es Tijuana” hace mención y pone en evidencia asuntos como el lugar productivo que ocupa esta ciudad en mundo, por ejemplo como es que las que las empresas transnacionales se hacen para su producción de la comunidad infantil y adolescente, como se manejan las políticas públicas desde aquí y como impacta eso a una sociedad global.
Para hablar de Aquí es Tijuana lo pienso como un assemblage de citas, digo assemblage ya que uno conecta sus ideas con lo que conoce, entonces puedo relacionarlo con algo inmediato para mi como la escultura: Damián Ortega que es un artista mas o menos de la misma generación de los autores de este libro, tiene una pieza escultórica que es una masa monumental de objetos como un ropero, sillas escobas, cubetas, etc. Estos objetos están juntos, recargados, encimados. Uno sin el otro haría que esta masa se colasara en una gran caída, sin embargo no hay fuerza alguna externa que los sostenga sino su propia inercia de la fuerza que hacen juntos. Creo que con este ejemplo puedo relacionar lo que “Aquí es Tijuana” contiene desde mi perspectiva fuereña.
El ejercicio reflexivo que plantea este libro con recortes de citas deja un documento abierto para que el propio lector ya sea local o externo puedan sumar con su propia experiencia referencias y preguntas. En lo personal la lectura de este libro me hace pensar en todas esas personas fuertes que generan con su propia energía algo que construye, algo que hace estructura, el que los autores sean jóvenes es lo que mas da confianza. Saber que esta generación pueda ser un puente entre los modos nuevos de de ver y discutir y que los aun más jóvenes puedan digerir y generar sus propios sistemas de pensamiento. Creo que lo más increíble del libro es que puedes leerlo sin tener que llevar un orden sistemático, puedes abrirlo desde cualquier parte y desde ahí comenzar. Al leerlo en momentos me hizo enojarme, pensar, sonreír, indignarme, reír, volver a indignarme y reflexionar.
Entonces gracias a los autores puedo decir que sí, efectivamente Tijuana es muchas cosas:
Tijuana es símbolo de la movilidad en México,
Los que vienen, los que van, los que se quedan,
Tijuana ciudad flotante
La ciudad de los creativos,
Tijuana me recuerda las ciudades Invisibles contadas por Marco Polo a Kublai Kan,
Tijuana me refiere al Volkswagen subiendo una colina de Francis Alys,
Tijuana como las siete noches de Borges.
Tijuana como la manguera amarilla de Gabriel Orozco
Tijuana como un refugio para los que se mueven,
Para aquellos que mueven las ideas
Las Iniciales
Así me imagino el lugar donde el cuerpo se separa de esta realidad, entrando a un edificio tallado en mármol de blancos puros, llegando a un...
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A video posted by Ejemplar Dibujo Contemporáneo (@dibujocontemporaneo) on Jan 26, 2016 at 2:38pm PST A video posted ...