Encontrarse con los que se fueron primero, la paz es profunda, los cuerpos se pasan y se reconocen, algunos hablan con las deidades de los rincones, otros transitan en cuadrado mirando los detalles de los muros con atención, tanta belleza es posible. Todo es blanco y se perciben todos los tonos de blanco. Me parece que el sonido de la eternidad es de un cello en largo.
El que llega busca algo conocido, es la idea de la búsqueda de los cuerpos perdidos, a los próximos. Nadie se toca por que ahí no es necesario, el cuerpo alcanza otro momento donde la energía habla y el silencio es importante.
Así me imagino el pase, así me imagino a la gente que ya no esta conmigo, en un palacio contemplando los detalles de una belleza eterna.
Soy la guardiana de una historia de segunda y tercera generación, los documentos encontrados se ordenaron cronológicamente, una historia de dos familias, de dos nombres distintos con las mismas iniciales de las que yo desciendo y resguardo.
De un lado la piedra resguardada con las iniciales JP, las iniciales de mi abuelo paterno y de mi padre. Dos personajes que contribuyeron a otras historias. Iniciales que ahora me toca llevar. Hurgando entre los documentos encontrando mi propia genealogía, comprendiendo las cargas y yo la única cortando los nudos, los contrastes y las herencias.
Llevo estas iniciales como la generación que preserva, perdona y enlaza. Los esfuerzos de cada uno llegaron a mi y toca la responsabilidad de cuidar lo que amaron en sus juventudes llenas de riesgos y sueños.
Estas iniciales estuvieron acompañándome por mucho, incluso les deposité significados pasajeros de una compañía pasada o un valor ajeno. Hoy toca tomar esas iniciales. Estas dos fuerzas y toda la herencia aprendida de otros adultos me acompaña en mis cuarentas. Dos lazos que me jalan y me llevan a lugares que no imaginaba y que aun me sorprenden, cuando encuentro a los seres correctos, los indicados, los que se parecen a ellos, los que se parecen a mí, aquellos que también resguardan, protegen, colaboran, sueñan, se piensan en los bienestares colectivos, en la observación profunda y los oídos atentos.
De esas dos energías reconozco, amplifico colaboro y sigo aprendiendo. Sintiendo las anacronías, temporales, vuelvo a pensar en mi genealogía la convierto en deseo y futuro.
Así como imagino la transición a la muerte, como una contención de belleza que no necesita voz. Así imagino esta vida que viene, lo que emociona, lo que acontece, lo que sucedió sin que yo lo supiera pero que soy parte como los nombres de las pulquerías de JP (José Pérez, Comerciante de Pulques): La Encantadora, La Gran Leona, La Gran Cazadora, La Domadora, La Ilusión. Abuelo no se en quién pensabas con estos nombres para tus pulquerías pero agradezco la herencia y tomo los nombres como propios, imaginando que así pensabas que serian tus nietas. O los inventos de JP (Jesús Pedroza) dueño de “Repuestos Internacionales” suena a lo que yo hago en cada nueva ciudad, reparo lo internacional. Ahora me toca a mi JP que usa la deserción como una sola forma de autonomía creativa del tiempo que viene. Entonces por ahora, solo visito ese edificio mármol lleno de mandalas y esculturas preciosas en Illinois. Imagino mi encuentro con los queridos, tendré alguna gracia que contarles, pero para eso falta mucho. Por que hay que ponerle mi propia historia a las nuevas iniciales.